21. GRATITUD
La gratitud es ese
reconocimiento y agradecimiento hacia un regalo, sea éste una posesión material
o un tiempo compartido, una atención personal, la presencia de alguien a quien
queremos, una buena vida o un momento de belleza o paz. Es ser consciente y
agradecer lo bueno que nos pasa. Su expresión oral sería ese decir “ gracias”
sentido que sale del corazón.
Es el sentimiento que experimentamos
al estimar un favor o beneficio que se nos concede. Deseamos corresponder y
surge el agradecimiento. Éste puede expresarse mediante palabras (gracias, me
ha encantado), gestos (abrazo, sonrisa), ritos (ceremonia La Ch’alla o un ritual andino de agradecimiento a la
Pachamama o Madre Tierra ),
objetos, etc.
“Es de buen nacido ser agradecido”
Es una filosofía de vida que
puedo adoptar como antídoto para no caer en la insatisfacción, la
queja, la protesta, la crítica la amargura y demás actitudes tan cotidianas en
nuestro entorno actual y que propician sentimientos de tristeza,
impotencia, abatimiento, etc.
”El agradecimiento es uno de los dones de la verdadera
nobleza de corazón y funda una estética: la belleza de una comunicación que
antepone al otro al interés meramente personal” Jaime Septién
Nace de la generosidad y de la valoración de las cosas ya que es
imposible agradecer lo que no se aprecia ni se ha sentido; esto ya dice algo
sobre la sensibilidad de la persona.
Ennoblece al ser humano y amplia su capacidad de amar, se
trasciende el egoísmo, potencia el gozo de intercambiar afecto de forma
desinteresada.
Se relaciona con el equilibrio entre dar y recibir:
generalmente, el agradecido sabe dar con naturalidad y también se permite
recibir la energía de reconocimiento de los demás, la devolución de la gratitud
de los otros.
“El Universo es sabio en la
organización de dar y recibir porque todo lo que va vuelve y el equilibrio se
consigue de forma natural sin importar el tiempo transcurrido, por eso, a
veces, ese retorno, esa equidad en las cosas, puede llegarnos en otra vida o a
través de circunstancias que no guardan aparentemente ninguna relación entre
sí” Paloma Cabadas
Una persona agradecida es una persona poderosa porque la
abundancia se basa en apreciar y valorar lo que tenemos. El verdadero poder,
felicidad y bienestar se encuentran en la gratitud. Sé agradecido por lo que
tienes, por las cosas tal como son. Siente agradecimiento por quien eres, por
esas cosas que has aportado al mundo con tu nacimiento, porque eres únic@.
Reconoce y confórmate con lo que tienes, sin que esto signifique que dejes de
intentar mejorar o que debas resignarte.
Si no sabes cómo apreciar las cosas y las personas que
tienes ahora, te costará valorar otras cosas, otras personas y otro poder
aunque los tengas. No te será fácil si nunca has aprendido a ser agradecido.
Los
psicólogos Emmons y McCollough, en estudios examinando los efectos de la
gratitud en el bienestar físico, mental y emocional, encontraron que tiene un
poderoso efecto positivo en la vida. Las investigaciones han estudiado cómo las
personas expresan su gratitud (dar las gracias, compararse socialmente
destacando cuanta gente hay en peor situación que uno, escribir cartas de
agradecimiento o de admiración personal, reemplazar pensamientos negativos por
otros mas agradecidos, examinar la conciencia personal o pensar en la persona
hacia la que se siente agradecimiento).
Y las conclusiones son que aquellos que
mantienen hábitos constantes de gratitud tienen menos síntomas de enfermedad,
hacen más ejercicio, son más optimistas y encuentran en cualquier circunstancia
una oportunidad para aprender y sacar algo bueno y se sienten mejor con su
vida. Además, tienen mas emociones positivas a largo plazo. Te ayuda ser más
consciente y te enfoca en el presente. La gratitud también aumenta la sensación de conexión con otras
personas, nos vuelve mas altruistas y mejora la calidad de nuestras relaciones
sociales (Peterson y Seligman 2004). Contribuyes no sólo a sentirte tú bien,
sino a que los demás también incrementen su bienestar. Esto, a su vez, facilita
que tus relaciones personales sean más sanas y satisfactorias. Al poner tu
atención en dar y en los demás dejas de autocompadecerte y disminuyen tus
inseguridades. También se ha demostrado que la gratitud es una importante
emoción que ayuda a superar el estrés y a fomentar la resiliencia (Fredrickson
2003).
La
envidia, los celos o las inseguridades perjudican seriamente esta fortaleza.
Agradecer requiere una buena autoestima y una buena actitud ante la vida: no
vas a dar las gracias por lo que tienes si crees que tu vida es horrible o que
eres una persona válida. Por esto una actitud positiva ante la vida y el
practicar la gratitud con los demás, ante la vida o incluso ante algo más grande influye de manera muy favorable y
ayuda a llenar la vida de sentido.
No te compares, pues siempre habrá alguien que tenga más
que tú, para aprender a agradecer lo que tienes. Párate a sentirte en el
presente y percibe todo lo que disfrutas. Cambia lo que puedas y lo que no sea
posible, o no lo sea en este momento, acéptalo y valora el aprendizaje que
encierra para ti.
Ideas
1. Si te resuena la idea de que cada vez
que agradeces es como si acumulases
energía que te recarga de bienestar, haz de este pensamiento una creencia firme
y vive en congruencia. Para ello, al principio tendrás que recordártela y
repetírtela hasta que sea parte de ti.
2. Tómate un ratito para recordar y pon por
escrito aquellas situaciones, personas,... que te hacen conectar con la
gratitud. Recréate en ellas y toma la decisión de actuar buscando esas
circunstancias favorecedoras para experimentar cada día y en mayor intensidad
la gratitud.
Comienza poco a poco, recogiendo las
pequeñas cosas que te ocurren por las que sentirte agradecid@. Se aprende, como
el resto de fortalezas, así que practica
3. Carta de agradecimiento: Seligman propone
esta técnica como una actividad que nos hace sentir bien tanto a nosotros como
a los otros. Consiste en escribir una carta (suficiente con una página, pero la extensión elígela a tu gusto) en la cual se
agradece a alguien que ha hecho cosas por nosotros. Cuando la carta esté escrita, invitamos a esa persona y le entregamos la carta. O puedes
comenzar por coger una libretita y anotar cada día alguna frase, para ti mism@.
Como dice el poema de Amado Nervo: "en vida hermano… en vida".
4. Vivir desde el “es suficiente” en vez de
desde el “necesito más”. Solemos funcionar desde la carencia y nos fijamos en
lo que nos falta. Cambia tu percepción y admite que hay para tod@s y enfócate en
todo lo que disfrutas ya.
5. Plantéate estas cuestiones para cambiar
tu perspectiva:
- -Mira hacia el exterior, a los demás y date
cuenta de todo lo que tienes. Cambia las quejas por agradecimiento.
- - Date cuenta de todo lo malo que no te sucede. A veces ocurre un percance que podría haber sido peor.
Reconócelo y agradece que el problema no haya sido mayor.
- - Presta atención a
las cosas buenas que sí te ocurren. Reeduca tu actitud y oriéntate a lo positivo de tu vida.
- - Abandona el papel de víctima. Aún en
situaciones difíciles, de pérdida, etc. introduce la gratitud: agradece lo que
aún tienes y eres y en las oportunidades que pueden presentarse para ti.
6. Si te rodeas de personas con actitud
positiva y agradecida te contagiarás, aprenderás y compartirás con ellas,
retroalimentándoos.
7. Decide no
ser víctima. En
momentos difíciles, o cuando pierdes a alguien, es muy importante ser
agradecido con lo que todavía tienes y por las oportunidades que aún se te
presentan. Se trata de no enfocarse solo en lo que consideramos “malo” y buscar
lo positivo de cada situación. Porque siempre hay algo favorable, aunque en un
principio nos cueste descubrirlo.
8. En Norteamérica celebran el “Día de Acción de Gracias”;
celebra tú, tu propia ceremonia de
agradecimiento con la periodicidad que quieras (anual, mensual, diaria....)
"Supongo
que podría estar bastante cabreado por lo que me pasó, pero cuesta seguir
enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la
contemplase toda a la vez, y me abruma, mi corazón se hincha como un globo que
esta a punto de estallar. Pero recuerdo que debo relajarme, y no aferrarme
demasiado a ella, y entonces fluye a través de mi como la lluvia, y no siento
otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida.
No tienen ni idea de lo que les hablo, seguro, pero no se preocupen: algún dia
la tendrán" (Kevin Spacey en American
Beauty)