CÓMO TRABAJO

Trabajo....con y desde la energía de AMAR...
Trabajo con las herramientas que he ido aprendiendo
Trabajo con los recursos propios que he ido descubriendo al experimentar
mis propias vivencias de dolor
Trabajo con la alegría y la confianza de que tenemos una gran poder sanador

  . Mediante CITA PREVIA. El tiempo es valioso y me parece muy importante respetarlo, así que concertar la cita me permite atenderte a la hora que mejor te viene y con puntualidad. 

  . Sesión INDIVIDUAL. Evidentemente es una sesión para tí, para tus necesidades del momento en la que cuentas con mi presencia, dedicación y confidencialidad absolutas.

  . Duración: también se ajusta a tus necesidades y con un máximo de hora y media se hace un buen trabajo.

  . En un entorno agradable, seguro, respetuoso dónde te puedes permitir ser tú mism@ sin presiones ni ser juzgad@.

Vive un momento de empatía, escucha, respeto, sintiendo tu cuerpo y descubriendo que puedes experimentar tu Ser de otra forma más sabia y placentera.

ASPECTOS CLAVE Y DIFERENCIADORES CON OTRAS METODOLOGIAS:

-  Seguridad en que el organismo tiene la sabiduría y capacidad para curarse a sí mismo.

- Se aprende a experimentar sensaciones, sentimientos y emociones para encontrar información y resolver problemas.

- Como terapeuta ofrezco mis conocimientos y trabajo en base a ellos, además, añado mi propia experiencia personal de la vivencia de la terapia.

- Visión holística; se trata a la persona como una globalidad; todos los aspectos de cada uno de nosotros están interconectados y juegan un papel en el estado general de la salud. Considerarlos a todos facilita el restablecimiento del equilibrio y su mantenimiento. 
- Respeto y confianza en el ritmo que cada paciente lleva en su proceso.

Cada sesión es única. 

Me he encontrado con este texto con el que me siento identificada. Lo añado para ampliar mi explicación de "cómo trabajo". Es de Carlos de León, de su libro "Flujo de Vida"

> Cuando hablo de psicoterapia y de terapia en general me gusta empezar por rescatar el sentido original del concepto de terapia que se manejaba en la antigüedad ya que normalmente cuando hablamos de psicoterapia en nuestra cultura es común que la gente asocie esa palabra con enfermedad mental y su tratamiento, colocando la psicoterapia junto con todo tipo de terapias médicas dentro de un marco reduccionista muy característico de la visión médica occidental tradicional en donde se contempla la enfermedad como un fenómeno aislado de la totalidad del ser que la contiene.

Esa visión ha contribuido a la extrema especialización de nuestra medicina así como a la falta de responsabilidad y participación de la persona en su proceso de curación.

           

La palabra terapia  tiene su origen en el término griego “therapeia” que significa servicio o ayuda.

El terapeuta era la persona que servía a los dioses y a los hombres con el propósito de ayudar a la gente y a la naturaleza a regresar a un estado de armonía y totalidad.

Ese estado de salud se entiende más claramente a través de la palabra que se usa en inglés para sanar.”heal”, la cual proviene de la misma raíz indo-europea que origina las palabras “whole”(completo) y “holy”(sagrado).

En este marco podemos entender que la salud es un estado de armonía y totalidad en la experiencia de la persona, estado que la lleva de retorno a lo sagrado.

            Algunos investigadores piensan que la tradición griega de los terapeutas proviene de un grupo hebreo de iniciados que servía a la comunidad como médicos y que dieron origen más tarde a grupos como el de los Esenios que fueron conocidos no solo por su labor terapéutica sino también por su conocimiento cabalístico. Aquí nos volvemos a encontrar de nuevo la unión de la terapia con el misticismo.

           

Otro aspecto importante de la tradición terapéutica es su estrecho contacto con el arte en especial la música como un modelo de trabajo basado en proporciones y armonías. Apolo, el dios sanador, era conocido con el nombre de “Paian”, nombre también aplicado a un tipo de canción.

No era poco común en la Antigua Grecia como en todas las demás culturas antiguas que la música fuera un medio de curación muchas veces acompañada de vocales especiales ya fuera en forma de rezos o de sonidos de poder o mantras, las cuales eran pronunciadas en cuidadosa secuencia y armonía.

           

Esta visión integral de terapia ha sido preservada en menor o mayor grado en nuestra época a través de la tradición chamánica en donde el chamán actúa como un agente facilitador para que la persona recupere el contacto con partes suyas perdidas o escondidas y regrese a un contacto básico con el mundo que le rodea tanto físico como espiritual, encontrando de esa manera la restitución de su salud.

En una práctica más profunda el chamanismo lleva a la persona a encontrarse a sí misma en un camino hacia la libertad, sabiduría y amor total. Sin esta parte el chamanismo no es tal, sino más bien es una práctica de curanderismo.

Desde esta visión podemos decir que la mayoría de los practicantes modernos de chamanismo son solamente curanderos o brujos y cabe cierta precaución antes de entregarnos con total fe a un practicante de estas artes.

En la cultura mexicana el curandero es aquella persona que vive entregada a curar tanto el mal físico como el espiritual y el brujo es aquel que cura pero también usa su conocimiento para dañar.

            El chamán es el hombre de conocimiento que llega a trascender esa dualidad y reencuentra su sentido en servir al grande y pequeño por igual ayudando a recuperar la armonía en todo. Este concepto de chamán es el mismo concepto que el sabio o mago de los antiguos.

            Desde este enfoque de armonía y totalidad podríamos decir que sólo algunos practicantes de la salud son verdaderos terapeutas  el resto son solo médicos, psicólogos, psiquiatras, etc.,”especialistas de la salud”,”autoridades de la enfermedad”.

El terapeuta:

·                    Es un explorador, un investigador que frecuentemente renueva su modelo de trabajo.

·                    Actúa con humildad tratando de reconocer sus límites y posibilidades.

·                    Sabe que es un facilitador no la autoridad en la curación.

·                    Aprende junto con su paciente una nueva visión de realidad.

·                    Toma su trabajo como un camino de transformación personal, volviéndose cada día más humano, más honesto y más amoroso.

·                     Sabe que aunque cuenta con múltiples recursos de tratamiento, es su personalidad y ejemplo el elemento fundamental para facilitar el proceso de sanación.

·                    No maneja dogmas sino modelos de realidad.

·                    No maneja la culpa sino la comprensión.

·                    Se ha reconciliado con la vida y con la muerte.

·                    Esta abierto a la acción de una realidad  trascendente en la terapia. <