Agradezco nuevamente vuestra compañía en estos encuentros en los que pretendo ofrecer un tiempo y un espacio de respeto, alegría y confianza para conocernos, compartir experiencias y sabiduría, y, en definitiva, mejorar como personas.
Os animo a crear un grupo estable para que podáis apreciar y valorar la evolución personal, pues, por mi experiencia en otros grupos y talleres, observo que una labor continuada otorga abundantes frutos. Al igual que con una semilla que se planta, se necesita un proceso de reposo, riego, abono, movimiento, sol, aire,... para interiorizar, asimilar, practicar y constatar resultados.
¡Un abrazo valientes! ¡Espero que nos veamos todas el 22 de febrero!
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