martes, 4 de febrero de 2020

Ello, Yo, Superyó y Mecanismos de defensa: 3. REGRESIÓN

Antes de comentar la Regresión, un breve recuerdo de la teoría de Sigmund Freud  sobre "El ello, el yo y el superyó" en la que define tres estratos del individuo:

Resultado de imagen de represion consciente inconsciente imagenELLO; expresión de nuestros impulsos y deseos

YO: mediador, intenta disfrutar y satisfacer las necesidades del Ello pero sin romper las normas del Superyó

SUPERYÓ; el conjunto de valores morales y creencias en las que proyectamos la mejor versión de nosotras mismas.

Anna Freud  se basó en las teorías psicoanalíticas de su padre para formular sus propios principios en la psicología y aportar que, para ella, el Yo es como el espacio en el que observamos todo lo que ocurre en el Ello y el Superyó.



Repasado este encuadre del funcionamiento general que propone la teoría del psicoanálisis, seguimos con los mecanismos de defensa.

"Mecanismos"  que son reacciones inconscientes que nos sirven para protegernos de los conflictos que se originan entre el Ello y el Superyó. Son estrategias  que pretenden mantenernos en el mayor equilibrio psicológico posible. Y también funcionan como mediadoras entre el entorno en que vivimos y nuestros procesos mentales


REGRESIÓN

Consiste en el retroceso del Yo a un estadio anterior del desarrollo, retorno a formas anteriores de funcionamiento psíquico. Aparecen comportamientos y actitudes infantiles. La regresión denominada "oral" se manifestaría en conductas relacionadas con la ingesta y con el habla. En la "anal" podría darse tendencia compulsiva al orden o al desorden, a la acumulación y a la tacañería extrema. Y  en la "fálica" podría aparecer la histeria de conversión. Este proceso se daría en respuesta a pensamientos o impulsos inaceptables que la persona no puede afrontar de modo adaptativo. Puede ser transitorio o crónico.


Puede presentarse en la infancia, (ejemplos; una niña que comienza a orinarse en la cama tras el nacimiento de su hermana o un preadolescente  que llora cuando resto de la clase se burla de é) y también en personas adultas (quien no quiere afrontar un divorcio y empieza a salir de fiesta, toma alcohol y/o fuma en exceso, su conducta sexual es inmadura, etc.)



En los planteamiento psicoanalíticos originales la regresión en la edad adulta se asocia a la neurosis. Posteriormente se ha propuesto que este cambio no siempre es patológico o negativo, ya que regresiones transitorias podrían ser beneficiosas para superar malestares, o incluso, para propiciar la creatividad.

Interesante para nuestro autoconocimiento que nos tomemos un momento para reflexionar, detectar y plasmar por escrito: cuando, con quién, cómo,... recurrimos a la REGRESIÓN. Con dicho ejercicio podemos soltar lastre y avanzar hacia una mejor versión de nosotras mismas







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