Salgo de casa pletórica, animada y centrada. 15 minutos después accedo a la puerta del trabajo. Zasca. Todo se desintegra en 10 segundos. Me entristezco y enfado.
Vieja yo: "Joe como está la gente, no entienden nada de esta historia, son unos miedosos paranoicos, que pena me dan". Proceso: Juicio. Piloto automático, o sea, reacciono bajo el dominio de mis comportamientos condicionados. Resultado: me siento fatal, soy más vulnerable y colaboro con más vibración negativa al mundo.
Nueva yo (en construcción 😄): "¿Por qué me pongo así? ¿Por qué me afectan tanto sus ideas y comportamientos? ¿Qué hay en mí que me remueve tanto por dentro?". Proceso: Autorreflexión. Entiendo, comprendo, permito, respeto, dejo ser. Respiro y vuelvo al presente. Respondo. Resultado: vuelvo a mi centro, emito energía de bienestar y salud.
Que vacuna ponerse es elección personal.
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