Al llegar:
- Hola, estoy muy bien. Solo vengo porque me han regalado esta sesión relajante de Terapia de Polaridad.
- Bienvenido Asier. Genial, pues descálzate, túmbate en la camilla cómodamente y a disfrutar este momento.
Al marchar:
- Vaya, debería habría venido antes. No sabía que tenía tanta tensión y que no hace falta apretar en el dolor para que se vaya. Me siento un poco raro, pero fenomenal. Me voy como un chicle antes de usar: blandito, colorido y sabroso ja ja ja.
- Has venido ahora y por algo será. Me alegra que hayas tomado conciencia de tu estado corporal y te hayas permitido fluir y hasta soltar emoción contenida.
- Sí, volveré para enterarme más de qué me ha pasado aquí. Gracias
- Cuando quieras, aquí estoy. Gracias a ti por confiar.
"El potencial para la salud lo llevamos dentro" |
¿Qué ha pasado en el "Durante"?
Continua en 2.2
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