Como mecanismo de defensa se aplica a actividades o instintos humanos, que en apariencia no guardan relación con la sexualidad, pero que encuentran su energía en esa fuerza de la pulsión sexual o agresiva. Sublimamos cuando sustituimos la motivación real enfocándola hacia otra manifestación aceptada socialmente.
“La sublimación es una tendencia a reparar y a restaurar el objeto bueno, anteriormente dañado por las pulsiones destructivas”. Melanie Klein
"La sublimación actúa como una válvula de escape socialmente aceptable del exceso de energía sexual" . Freud.
Freud emplea el término sublimación para las actividades artísticas, sociales o culturales donde las pulsiones cambian el fin sexual, que retorna al Yo desexualizándose, para volver a encontrar un fin y objeto sexual inhibido en su fin sexual o de muerte.
Ejemplos: cuando una persona sustituye su pulsión sexual o agresiva por alguna actividad como crear arte, leer, escribir...O alguien que disfruta matando animales, puede sublimar ese impulso estudiando cirugía, o siendo carnicera. O si le gusta enterarse de todo acerca de otras personas, el periodismo o la psicología, serían vías excelentes para canalizar su pulsión cotilla. ¿A qué ahora se entiende claramente?
La sublimación canaliza el impulso, cosa que la represión, como el término indica, no hace.
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