Somos seres creadores y manifestadores. Somos dioses. Por eso, ¡ojo!, responsabilicémonos y pongamos atención en desde dónde creamos. Aunque por diseño divino nuestra única forma de crear y manifestar es en luz, no caigamos en el programa miedo de la sociedad y nos desviemos. La mejor y más sencilla manera para estar en luz, en paz, es ir a nuestro corazón, en él nunca hay miedo.
El miedo crece en la cabeza. Al buscar fuera de nosotros, caemos en el miedo y así creamos caos. Dejemos de actuar dando tanta relevancia a la mente racional, analítica, lineal, limitada, que, a pesar de todas sus capacidades, nos lleva a actuar desde la reacción de lo que tomamos de fuera.
Tengamos el valor de vaciarnos. Aprendamos a desaprender. Pongamos la mente en neutralidad y, soltando creencias, para no identificarnos con ellas, vacios, podamos seguir aprendiendo.
Las emociones son maravillosas, pero atención porque también pueden afectarnos y colapsarnos. De nuevo, yendo al espacio neutro del corazón podemos experimentarlas sin caer en abismos.
La elevación de conciencia viene porque nuestras acciones se originan desde el corazón, así elevamos la vibración a toda la humanidad.
Que el mensaje de estas palabras nos guíe y vivamos el mejor 2023.
¡Un abrazo!
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