"Podemos considerar a la enfermedad como una conducta desafinada de tal o cual órgano corporal. Cuando al cuerpo se le aplica un intenso ritmo armonizante, los órganos, que son interferencias de patrones de ondas, pueden empezar a vibrar de nuevo en sintonía." Itzhak Bentov, en su libro "Stalking the Wild Pendulum" 1977
Unido a esto, ya os he comentado alguna vez que el amor es la vibración universal que permite transferir energía curativa de una persona a otra. Y por eso: Nadie puede curar a otra persona. La persona que necesita curación es la que se cura. El terapeuta únicamente mantiene un nivel de resonancia para permitir que el cuerpo se cure a sí mismo.
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