Hay una parte muy importante de la Terapia de Polaridad que ayuda a comprender la naturaleza y potencia de este trabajo y viene dada de la esencia de su fundador, el dr. Stone.
Randolph Stone (su nombre de nacimiento era Rudolf Bautsch) fue un hombre amable, humilde, compasivo, tolerante, abierto, entusiasta, vital, con gran sentido del humor, enamorado de la naturaleza, gran estudioso y muy espiritual... y de estas fortalezas suyas se impregna el enfoque desde el que se hace uso de esta herramienta.
Trabajar desde/con/a través de la Terapia de Polaridad es más que una labor terapeútica; es escuchar desde la paz, es confiar en los recursos de todas las personas, es practicar la comprensión y la compasión, es favorecer el autoconocimiento y el desarrollo personal, es sanarse el sanador, es aprender del otro/a, es disfrutar de momentos fluyendo en armonía y equilibrio, es ponerse al servicio desde lo mejor de tí para apoyar a otra persona, es vivir lo que has venido a pulir y deleitarte en los talentos que traes, es conectar con el alma, es tocar la plenitud y felicidad...
Por esto, créeme cuando al acabar una sesión que tú me agradeces yo también te respondo "gracias" y es absolutamente sincero. Para mi es un privilegio haberla conocido y, tras formarme, poder trabajar con ella.
Un abrazo
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