domingo, 29 de diciembre de 2013

No es el 2014 el que tiene que ser diferente....eres tú!!!

Las personas ya están pidiendo que, por favor, el nuevo año sea mejor.
Pero, ¿sabes? 2014 ya estaba rogando antes que tú que fueran las personas quiénes cambien y manejen mejor su vida a lo largo de él.

¿Qué te parece si te animas a probar este nuevo planteamiento?
Pedir menos y aportar más.
Quejarte menos y actuar con más eficacia.
Colaborar más y competir menos.
Hacer las cosas de modo distinto y desterrar viejos hábitos.
Escuchar más y hablar menos.
Sonreir más y llorar menos.
Agradecer lo que tienes y no despotricar por lo que te falta.
Intervenir para conseguir lo que quieres y soltar la pasividad.
Adoptar nuevas creencias y olvidar  lo que aprendiste que no te sirve.
Actuar más desde el corazón y menos desde la cabeza.
Jugar más sin castigarte por tus errores.

¿Lo notas? Mira como se siente 2014.....

"Cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas cambian"


viernes, 27 de diciembre de 2013

REGALOS CON “EFECTO”. CAMINANDO EN EL CAMBIO DE PARADIGMA

¿Te has planteado cuánto despilfarro en regalos se va a propiciar en estas fiestas? Si el tema te preocupa, sigue leyendo.

> El objetivo de hacer un regalo es mostrar mi cariño, afecto, interés, etc. por la persona a quién se lo doy, pero se ha mercantilizado totalmente en nuestra sociedad y valoramos más el precio que pagamos por él que el tiempo, esfuerzo o ilusión que se ha empleado en pensarlo, buscarlo y prepararlo. Sería interesante ver más allá de lo monetario/económico. Y también podríamos pensar en su procedencia, si respeta el medio ambiente, si es útil realmente, si lo necesito, etc.  

> Con “el regalo con efecto” me refiero a lo que los economistas llaman el “efecto multiplicador que tiene un gasto”. Una explicación simplificada sería: el dinero que gastas tiene un efecto en la economía que se multiplica porque quién recibe tu dinero lo gastará en otro sitio y así sucesivamente provocando un empuje que multiplica varias veces el que haces tú solo con tu compra. Lo que pasa es que en esta sociedad en la que existen paraísos fiscales,  SICAVs (sociedades de inversión de capital variable), deslocalización de las fábricas, explotación que asemeja al esclavismo en los países del sur y explotación en nuestro propio país mediante salarios y contratos basura, dicho efecto pierde prácticamente ese impulso multiplicador. ¿Cómo se puede evitar? Comprando en una tienda del barrio a cuyo propietario no le será tan fácil evadir impuestos, ni tiene  capital para formar una SICAV o contratar a un experto financiero que le monte una sede en un paraíso fiscal.

> ¿Qué opciones hay?
- La más obvia: hazlo tú personalmente potenciando al mismo tiempo tu parte creativa e ingeniosa. Original, reciclado,... pero que sabes va con el gusto de la persona destinataria y ella sabe que está hecho con amor.
- Regala tiempo; dedica una parte de tu tiempo a estar, escuchar, atender, jugar,.... con él/ella totalmente disponible y presente. El regalo será mutuo porque verás todo lo que vas a recibir estando así para esa persona.
- Obsequia salud y bienestar; una sesión equilibrante de Terapia de Polaridad, por ejemplo, es un regalo inolvidable y ético.
- Compra en una tienda de Comercio Justo; sabes que los beneficios se reinvierten y ayudan al desarrollo de los países.
- También puedes regalar desarrollo si prestas pequeños microcréditos  para países del sur colaborando a que así puedan crear sus negocios. En España puedes ayudar a emprendedores en proyectos de crowdfunding.
- Hay medios de información alternativos que no utilizan la publicidad y sobreviven gracias a  suscripciones de sus lectores. Si regalas una suscripción apoyas para que estos medios sigan informando sin la presión de las grandes empresas y además estás mostrando al destinatario de tu regalo de que otro tipo de información es posible.
-Si conectas con  la solidaridad, la ecología, la ética tu regalo puede ser la primera cuotas de socio a una ONG, la primera cesta de furta de un grupo de consumo, abrir una cuenta en un banco ético, un kit de compostaje,...
-Regala un bono con una propuesta de trueque de servicios.
O... seguro que se te ocurre algo más.

Haz regalos a la gente que quieres, ¡claro que sí!. Y, desde este momento, prueba a hacerlo de modo diferente, ético y respetuoso rescatando el valor del esfuerzo, la creatividad, y la buena intención.

jueves, 26 de diciembre de 2013

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO


Parece que este es el principal momento del año en que nos hacemos este cuestionamiento ¿qué quiero cambiar en mi vida?. 
No está mal hacerse al menos una revisión anual de cómo voy viviendo, pero creo que cada día está para iluminarlo con la chispa de lo que me gusta hacer, lo que hago bien, o sea, lo que ya es mi propósito de vida.
En vez de enredarnos con listas interminables que acaban diluyéndose en el pasar de los meses y no se materializan en actos asentados y útiles (y, lo que aún puede ser peor, en ocasiones, hasta nos hacen sentir más frustrados y nos incita a autoculpabilizamos por nuestra poca voluntad, capacidad, etc.), quizás podamos plantearnos no complicarnos la vida y sencillamente estar presentes de forma más congruente y alineada, escuchando y actuando con y desde nuestra mente y corazón.
Actuar desde la ética, el respeto, la comprensión, la serenidad, la confianza, la alegría... Sin juzgar, comparar, culpar, aceleración, acumular rencor, recrearme en el sufrimiento, ... Asumiendo la responsabilidad de mis actos y sus consecuencias.
Haciendo. 
Sencillamente. 
Si me apetece estar contigo... te llamo; si quiero verte.... te invito; si quiero optimismo a mi alrededor... salgo a la calle con mi sonrisa puesta; si tengo una duda.... pregunto; si quiero algo... lo pido; si algo no me gusta... te lo hago saber; si te amo... te lo digo; si deseo desterrar un hábito que ya no me sirve... lo trabajo con constancia; si quiero silencio...no hablo a gritos; si quiero ser respetada... te trato con igualdad y cariño;...

“Se el cambio que quieres ver en el mundo” Ghandi

Elige un único aspecto, él que más te atraiga ahora mismo, el que te parezca importante y motivante desde lo que a ti te parece, no a los demás.
No te preocupes del resto, ya les llegará su momento si es preciso, ahora ya tienes uno para centrarte y con ese te basta.
Plantéatelo en positivo; por ejemplo; “voy a dirigirme a mi pareja con palabras educadas y en tono de voz medio”; en vez de “no voy a insultar ni gritar a mi pareja”.
Y concreta todo lo que puedas; “voy a escuchar sin juzgar”; “voy a intentar entender su punto de vista”; “voy a dar sin esperar que me devuelvan” en vez de “voy a ser mejor persona”
Las nuevas conductas exigen una atención y esfuerzo, pero el proceso no tiene por qué convertirse en un agobio; juega y disfruta del permiso de comportarte de otra manera.
Paso a paso,  con paciencia
Poco a poco, “trabaja” cada día.



martes, 17 de diciembre de 2013

Música

En Compartir tienes una nueva sección: Música.
1- GLADIADOR Tema de Hans Zimmer & Lisa Gerrard

Escuchar música no tiene un efecto agradable solamente para los oídos sino que resulta una experiencia extremadamente intensa y placentera para todo el cuerpo. Científicos de la Universidad McGill de Quebec, Canadá y del Instituto Neurológico de Montreal.


Escuchar música es una de las pocas actividades que implican el uso de todo el cerebro. Es intrínseca a todas las culturas y tienes múltiples beneficios. Algunas bondades de escuchar música para la salud son:

1. Puede reducir el dolor crónico (ej. en artrosis y artritis reumatoide hasta en un 21%; depresión un 25%); la necesidad de medicación durante el parto; disminuir el dolor post operatorio; complementar el uso de la anestesia durante cirugías.
Ya que la música sirve como distractor, da sensación de control y hace que el cuerpo libere endorfinas para contrarrestar el dolor.
Y la música lenta ayuda a disminuir la respiración y el ritmo cardíaco, evitando angustias.

2. Reduce la presión arterial escuchando 30 minutos de música clásica, celta o raga todos los días.

3. Acelera la recuperación después de un accidente cerebrovascular; Una dosis diaria de un par de horas cada día logra que la memoria verbal y la capacidad de atención mejoren significativamente.

4.  Combate la cefalea crónica y reduce la intensidad, frecuencia y duración de los dolores de cabeza y para quiénes padecen migraña.

5. Aumenta la inmunidad ya que la música puede crear una experiencia emocional positiva y profunda, que conduce a la secreción de las hormonas de estimulación inmunológica lo cual reduce la posibilidad de contraer enfermedad. 
También hace disminuir los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés) que, si está alto, hace que disminuya la respuesta inmune.

6. Aumenta el rendimiento de la memoria, el aprendizaje y el coeficiente intelectual
La música de Mozart y la barroca, activan el cerebro izquierdo y derecho. La acción simultánea cerebro izquierdo y derecho maximiza el aprendizaje y la retención de información.  La información que se está estudiando activa el hemisferio izquierdo, mientras que la música activa el hemisferio derecho del cerebro. Además, las actividades que se acoplan a ambos lados del cerebro, al mismo tiempo (como tocar un instrumento y cantar) hacen que el cerebro sea más capaz de procesar información.

7. Mejora la concentración y la atención
La música relajante mejora la duración e intensidad de la concentración, en todas las edades y en todos los niveles de habilidad.

8. El movimiento y la coordinación del cuerpo también mejoran. La música reduce la tensión muscular. Y ayuda a personas con trastornos del movimiento en su rehabilitación.

''Al que no le gusta la música , sus sentimientos son sordos'' (Luigi Texidor,cantante boricua)





martes, 10 de diciembre de 2013

PARA REFLEXIONAR. Ghislaine Lanctôt, entrevista sobre medicina y salud



Ghislaine Saint-Pierre Lanctôt nació en 1941.

Su padre y su abuelo eran farmacéuticos y ella empezó la carrera de Medicina para complacerles. «Yo quería ser filósofa. Pero creía que lo de pensar no iba a aportarle nada a la gente. Pensé, voy a hacer algo útil, que beneficie a la población, y como me crié en este ambiente decidí hacer la carrera de Medicina. Al final he dejado todo eso y lo que hago ahora es lo que quería hacer desde el principio». 
Acabó escribiendo el libro: LA MAFIA MEDICA

El colegio de médicos le puso una demanda, el proceso duró un año y desde entonces la escritora imparte seminarios para que la gente entienda y tome conciencia de que es el estado del alma lo que determina la salud mental. 
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Pregunta: Su visión actual de la salud es completamente distinta a cuando era médico ¿En qué momento y por qué dio usted un giro radical a su carrera?
Respuesta: A lo largo de los años empecé a ver cosas que no me parecían sensatas, que no tenían lógica, como por ejemplo, seguir dando medicamentos aunque no funcionaran, aunque no se curara la persona. Yo no entendía, por ejemplo, como en un cáncer se aplicaba la quimioterapia si lo que hace es enfermar aún más a la persona que acaba por morirse de todos modos.
Cuando aparecieron las medicinas suaves pensé que eso era interesante, y yo he ido a encontrarme con personas que practicaban la medicina alternativa y entonces me di cuenta de que lo que hacían era muy interesante, incluso mejor que lo que hacíamos nosotros en la medicina convencional.Esas personas me acogieron, me mostraron lo que hacían, cómo actuaban. Y yo pensé: ¿por qué no nos han enseñado esto a los demás médicos? ¿Cómo puede ser que no lo enseñen en la facultad y que además a estas personas las tachen de charlatanes y de estafadores? Yo me encontré con ellos y vi que eso no era cierto, no eran charlatanes. Así fue como me empecé a plantear cosas.
Cuando acabé la carrera de Medicina yo estaba convencida de que hacia el año 2000 ya no habría más enfermedad en el mundo, tenía una confianza ciega en la medicina que me habían enseñado. Sin embargo, veía que el tiempo pasaba y que la salud de las personas iba empeorando. Me percaté también de que medicamentos que no funcionan se siguen recetando, y que se practicaba una guerra en contra de las medicinas alternativas. Además, yo era flebóloga y había abierto centros de flebología en distintos lugares del país, lo que me llevó a experimentar de cerca el negocio de la medicina tradicional. Y ahí sí que entendí muchas cosas.
P: ¿Qué papel juegan para usted las medicinas alternativas?
R: Las medicinas alternativas producen un bienestar más interesante que el que proporciona la medicina convencional. La medicina convencional corta, quema y envenena. Corta con las operaciones, envenena con la “quicio” y con los rayos. Las medicinas suaves pueden poner orden de forma temporal en el cuerpo, pero como el problema está en el alma, antes o después habrá que afrontar el problema del alma.
Es el alma quien enferma a los demás cuerpos. Por ejemplo: mi trabajo ya no me conviene, tengo náuseas por la mañana cuando pienso que tengo que ir a trabajar, entonces empieza a dolerme la espalda, las rodillas, la tripa… Puedo ir a ver a alguien que practique la medicina suave, va a ayudar a mi cuerpo, puedo tener tratamientos de técnicas energéticas que ayuden a mi cuerpo emocional y mental; pero hasta que no solucione lo que pasa con mi trabajo voy a seguir enfermando porque mi alma me dice «sal de aquí». Es interesante, porque el alma entrega un mensaje cada vez más fuerte y cuando no lo entiendes “te lanza un ladrillo a la cabeza”: un accidente de coche, un divorcio, alguien que muere en la familia, una enfermedad, perder el trabajo… Algo fuerte para que tú reacciones.
P: Desde su punto de vista como «médica del alma» ¿cree que hay alguna solución a este tipo de enfermedades?
R: Nunca es demasiado tarde, la sanación puede ocurrir en cualquier momento.
P: ¿A usted le va bien esta filosofía de vida?
R: A mucha gente le funciona, no sólo a mí. No es el médico el que puede sanarme.
P: Cada vez hay más casos de cáncer cuyos enfermos reciben quimioterapia. ¿No cree que en algunos casos la quimioterapia cura?
R: La quimioterapia es veneno. Normalmente no hace bien a nadie. Hay que saber que hay siempre un conflicto, cualquier enfermedad es psicosomática. Siempre hay un conflicto a raíz de una enfermedad, pero si yo identifico el conflicto y lo soluciono, la enfermedad se va. Así entendí que la medicina esta totalmente controlada por el dinero. Entonces, lo que nosotros hacíamos como médicos era enfermar más a las personas para así generar ganancias para la industria. Entonces, ¿qué es la salud? En la facultad sólo me enseñaron lo que es la enfermedad. Entonces, ¿qué es gozar de buena salud? Yo llegué a la conclusión de que el cuerpo sólo manifiesta el estado del alma. Y cuando mi cuerpo está enfermo es porque mi alma está enferma. Entonces el cuerpo por sí solo no enferma, es como un espejo que refleja lo que pasa dentro. Para ver mi alma, miro mi cuerpo y veo lo que hay en mi alma. Entonces no sirve de nada tratar sólo el cuerpo. Hay que mirar el alma, ¿qué es lo que no funciona en el alma, cuál es la enfermedad del alma? Es la guerra. Porque mi alma me dice internamente que haga algo y mi ego me dice que haga lo contrario. Entonces hay una guerra interna. La enfermedad es siempre la manifestación de un conflicto dentro de mí. Hay dos aspectos: el cuerpo y el alma. ¿Qué quiere el alma? El alma quiere la emancipación del Ser y el cuerpo quiere la seguridad del haber, del tener. Cada uno tira por un lado, el estrés significa la guerra interior. Cuando trato el alma, todo el cuerpo se alinea sobre este equilibrio. No quiero decir que no haya que cuidar el cuerpo físico, sino hacer las cosas en el orden correcto. Primero el alma, después el cuerpo mental, después el cuerpo emocional y después el cuerpo físico. Y lo solemos hacer al revés. La medicina convencional se encarga del cuerpo físico, y no trata el resto.
P: ¿No cree que la propia sociedad demanda que el médico se ocupe del cuerpo físico y le dé una medicina para el dolor?
R: La sociedad misma, nosotros somos los que creamos esta mafia a nuestra imagen y semejanza. El problema es que damos prioridad al «tener» sobre el «ser», ése es el desorden, priorizar el cuerpo en vez del alma. Para volver al orden hay que dar prioridad al alma en lugar de otorgársela al cuerpo, eso genera orden, paz y salud.
P: Eso es mucho más complicado que tomarse una pastilla…
R: Cierto, pero ¿qué hace una pastilla? Te da la ilusión de que estarás mejor, pero con el tiempo reaparecen los síntomas.
P: En el caso del paludismo, por ejemplo, alguien sano se enferma por beber agua contaminada, ¿también en este caso insiste en su teoría?
R: Esto es válido para todo. No hay ningún microbio exterior que haga enfermar, soy yo la creadora de mis enfermedades. Y ésta es la verdadera enfermedad del alma, el no saber que soy yo quien la está creando. Como yo pienso que no soy responsable, me imagino creadores exteriores: microbios, tumores, etc. Por ejemplo un simple catarro: hace frío, me cojo un catarro. Y puedes tener un catarro en verano, es un sinsentido, no tiene nada que ver con el frío. Con esta estructura de pensamiento voy generando la guerra hacia los factores exteriores. Y por eso se crearon las vacunas. ¿Qué son las vacunas? Dar la enfermedad de forma más debilitada para que el cuerpo reaccione. Es decir, no tengo la enfermedad pero si algún día la contraigo, sería menos grave porque ya me he puesto la vacuna. Te voy a dar otro ejemplo, tengo miedo de que mi hija sea violada. Entonces le voy a dar un violador debilitado, entonces si un día la violan será menos grave porque habrá tenido un pequeño violador y entonces estará preparada. La vacuna funciona igual. Es algo de locos. Vivir en el desorden lleva a este tipo de locuras. Por ejemplo, la gripe aviar. ¡Es extraordinario! Cerca de donde vivo había una experta muy seria que vino de parte de las autoridades médicas y nos ha dado cifras: en el plazo de nueve años se murieron cerca de 152 personas de gripe aviar en el mundo, solo en Canadá mueren cada año 10.000 personas por errores médicos, no de enfermedad sino de equivocaciones. ¡Yo creo que más bien habría que vacunar a los médicos! No hay epidemia, no hay nada. Entonces se ha creado una pandemia a escala mundial, en la cual se han gastado millones de dólares para tratarla pero no hay nada. Esto está en preparación desde hace muchos años. Llevamos de cinco a siete años oyendo hablar de una pandemia. ¿Cómo se puede anunciar que va a haber una pandemia? Una epidemia surge, ocurre, pero no la puedo prever, es un montaje.
P: Pero la gente tiene miedo…
R: Sí, es una forma de manipulación mental para llevarles a pensar que va a ocurrir una epidemia. Y un día, cuando ocurra, las autoridades dirán que ya lo habían previsto. Es algo que está preparado desde hace mucho tiempo, hay un proceso escondido detrás de esto. Yo no sé exactamente lo que es, puede ser, por ejemplo, ponerle a todo el mundo un chip electrónico porque cuando hay una campaña de vacuna se puede poner cualquier cosa en la jeringuilla. Así que es posible que haya una estrategia que consista en decir que hay una epidemia y que hay que vacunar a todo el mundo y entonces pondrían el microchip. Yo estoy segura de que hay algo detrás, un propósito escondido en decir que hay una epidemia y que hay que tener cuidado. Es una hipótesis. De todos modos sea para lo que sea el propósito es el control sobre la población.
P: ¿Tiene todo esto algo que ver con la trilogía de la mentira de que habla en su libro La mafia médica?
R: Hablo mucho de las vacunas en el libro y lo que yo digo a este respecto en el libro, es lo que desencadenó la ira del colegio médico. Porque las vacunas no se tocan, son sagradas, puedes hablar de cualquier cosa; la industria, los medicamentos… pero cuidado con las vacunas. Porque las vacunas otorgan importantes ganancias a la industria, pero a las personas les puedes transmitir cualquier cosa. La vacuna es un medio para producir genocidios con un blanco específico.
Cuando se quiere distribuir a un pueblo o a una raza, la administran, mira lo que está ocurriendo en África. Ellos lo llaman sida, pero ¿qué significa sida? «Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida». Entonces es el propio sistema inmunitario que se ha debilitado, de modo que cualquier afección es mucho más grave.
P: ¿Quién está detrás de toda esta estrategia?
R: Los que mandan. Hay un gobierno mundial que tiene todos sus ministerios, para la salud es la OMS, pero también están la UNESCO, UNICEF, FAO, FMI, Banco Mundial, etc. Todos los países miembros de la ONU obedecen las órdenes del gobierno mundial.
P: ¿Ve solución para esta situación?
R: Sí, sino mal vamos. La solución que yo propongo en el libro es la soberanía individual. Es tomar conciencia como persona individual de que soy yo la que tiene el verdadero poder. Por ejemplo, los McDonald’s, cuando la gente deja de ir a estos restaurantes. Si yo dejo de comprar y de dar dinero a las multinacionales ya no valen nada, no ganan dinero. Si los enfermos dejan de ir al médico, se derrumba el sistema médico, si dejo de pagar impuestos no hay gobierno. Entonces ¿dónde está el verdadero poder?, en la persona y la palabra SOBERANÍA, significa el poder último, el más alto, que siempre hemos pensado que estaba fuera y está dentro de nosotros.
Si pensamos en el poder más elevado, pensamos en Dios. Y ¿qué es Dios? Es el espíritu que crea todo el universo y esto está dentro de uno, no fuera. La solución viene cuando yo tomo conciencia de quién soy verdaderamente y que voy a comportarme tal y como yo soy, encontraremos la salud perfecta y la inmortalidad, que es más interesante que morir ¿no?
P: Y ¿Cuál es el primer paso que debemos dar?
R: Primero empieza por tomar una decisión, que consiste en dar rienda suelta a mi alma, es mi alma quien manda y no el ego, entonces dejo de pelearme, escucho lo que me dice mi alma. Por ejemplo, mi alma me dice: «deja este trabajo, ya no resuena contigo, deja de hacer eso»; pero el ego me dirá: «No, ¿estás loca?, tienes que pagar el alquiler, sostener la familia, ser buena madre…». Esa es la guerra, entonces dejo de pelear y escucho a mi alma. Y el ego empieza a agitarse y a ponerse inquieto ¿qué va a pasarme? Quiere controlar, es su función. ¿Qué va a ser de mí? Pues no lo sé, soy yo la que va creando qué va a pasarme. ¿Me voy a pelear conmigo misma? No, voy a hacer las paces.


Algo que se puede hacer varias veces al día y que mejora automáticamente cada vez la salud, es decir la verdad. Mentimos todo el tiempo, pero incluso sin darnos cuenta, estamos tan acostumbrados a hacerlo… tenemos mentiras gordas y otras que se llaman «medias verdades», pero la mitad que falta es una mentira. Y hay otra categoría de mentiras que son por omisión. Y esto se llama un secreto. A veces mi hijo viene a verme y me dice: «Mamá, tengo que decirte algo, pero no se lo digas a nadie». Si es un secreto y tú no puedes guardarlo, no me pidas a mí que lo guarde. Si para ti es un secreto y me lo transmites a mí porque pesa mucho sobre tus hombros, yo tampoco lo voy a guardar.
Son cosas del día a día. Si me quedo en la mentira y siempre estoy mintiendo, poco a poco voy destruyendo mi salud. Miento y me miento porque tengo miedo, es el ego el que miente, el alma nunca miente.
Si voy buscando el amor exterior, sufro. Si vivo con amor por mí, enfocado hacia mi interior, no por miedo de lo que la gente pueda pensar de mí, mi salud mejora.
Por ejemplo, toco aquí y siento un bulto en el pecho. Tengo dos posibilidades o me quedo aquí quieta y no hago nada, o me voy corriendo al médico. Si voy al médico me va a decir que tengo un cáncer. En la mente está escrito «Cáncer igual a muerte». Entonces si yo he sentido miedo y he ido al médico, el doctor me ha asustado aún más y me recomienda quimioterapia. A mí eso no me agrada porque la gente que conozco que se la ha hecho se pone verde, siente náuseas, no tiene pelo y tienen un estado muy debilitado y triste. Entonces cada vez tengo más miedo, cada vez estoy más enferma y cada vez me acerco más a la muerte.
Eso ocurre si tomo la opción del médico. En el otro caso mi cuerpo me muestra que hay un conflicto interno, el bulto en este pecho es un regalo que me hago a mí misma, no quiero quitármelo, es mi espejo el que me está indicando algo. Le voy a decir al bulto: ¿qué tienes que decirme?, háblame. Gracias por manifestarte. Te escucho, háblame de mi conflicto. Entonces yo digo a mi alma: te dejo libre. Voy a vivir y sentir el miedo a morir. De esta forma yo puedo sanar definitivamente, no una remisión temporal si no una verdadera sanación.
Por ejemplo, ¿qué es un divorcio? Una ruptura. Algo me dice: «no, no te tienes que divorciar, quédate junto a esa persona» y algo me dice: “no, ya se acabó”. Actualmente hay más divorcios porque la conciencia se eleva y la gente hace más caso a sus sentimientos. El divorcio y dejar un trabajo no son buenas opciones para la seguridad del haber. Hay cada vez más personas que dejan carreras brillantes porque ya no le encuentran sentido a lo que hacen. Es normal porque la conciencia se eleva.
Si no hago caso a mi alma y sigo en ese trabajo me enfermo y cuando voy al médico me manda antidepresivos. ¿Y qué son los antidepresivos? Son drogas que hacen que yo ya no sienta nada. «Mi trabajo bien, seguiré con él». Con ayuda de estas pastillas soy efectivo y puedo seguir pagando la hipoteca.
Algo que causa mucho estrés es el endeudamiento de las familias. Una manera de sanarse es salir de este sistema de endeudamiento porque supone esclavitud. Es la «simplicidad voluntaria», es un movimiento social de gente que lo adopta deliberadamente. Yo no lo recomiendo como movimiento social, pero sí como medida temporal para salir de esta trampa. De forma que, las necesidades materiales dejan de ser la prioridad en mi vida y más bien es el alma lo prioritario. La «simplicidad voluntaria» consiste en reducir las necesidades materiales. Por ejemplo si tengo una casa grande con una hipoteca muy elevada, un cochazo a juego con la casa, hijos que visten de marca, van a una escuela privada, etc. Todo eso cuesta dinero y tengo que seguir trabajando, pero ya no me gusta mi trabajo y ahí estoy preso… y eso es un estrés tremendo. La persona piensa que no tiene salida: «si dejo mi trabajo ya no seré capaz de ofrecer caprichos a mis hijos, perderé a mis amigos “pijos”, mi prestigio, mi mujer, reputación…» No se puede imaginar la vida sin nada de eso, pero es posible. Vendo la casa, vendo el coche, vamos a una casa más pequeña, los niños dejan de ir al colegio privado y se les manda a uno público y así tengo tiempo para mi alma. Eso es realmente la salud, esas cosas de la vida cotidiana son las que hacen que mi salud esté mejor o peor.
P: Usted demostró ser muy valiente cuando escribió el libro “La mafia médica”, que le costó la expulsión del colegio de médicos, supongo que vivió un conflicto importante. ¿Cómo se decidió a dar el paso?

R: Yo sabía que publicando ese libro se acababa para mí la carrera de medicina. Yo me acuerdo de ese momento y me dije: «Si no escribo este libro, me muero». Quizás no hubiera muerto rápidamente, pero sí a nivel del alma. No fue tan difícil, más difícil fue dejar mi papel de «buena madre».
P: ¿A qué se refiere?
R: Mis niños ya no lo son, ya no soy madre. Tuve que dejar de preocuparme por mis hijos. Un pasaje importante fue que mi casa ya no era más su casa. Yo tengo dos hijas y cada una de ellas había dejado en mi casa dos tazas para el desayuno. Hace más de un año llegó una amiga y me ofreció dos tazones, no tenía sitio para ponerlas todas y decidí quitar las tazas de mis hijas. ¡Eso fue tremendo! Era un símbolo del vínculo con mis hijas y se trataba de cortar ese tipo de lazos. Entonces una dijo que “vale” y la otra dijo que “ni hablar” y volvió a colocar la taza en su sitio. Yo le dije: «pues tú haz lo que quieras, pero yo ya he hecho lo que tenía que hacer».
P: El desapego, entonces, ¿tiene que ver con conseguir una buena salud?
R: Sí, cuando estoy apegada a algo es que tengo miedo de perderlo y si tengo muchos apegos no puedo avanzar. Con mi libro “La mafia médica” todo se fue: el título de médica, la profesión… Cada uno tenemos cargas y apegos distintos.


miércoles, 4 de diciembre de 2013

Citas de Paloma Cabadas

"Imaginar es una forma de saber; es como una antena desplegada para captar lo nuevo y disponible en realidades más sutiles, de manera que pueda ser materializado en la Tierra"

Nuevas citas extraidas de dos de los libros de Paloma Cabadas, psicoterapeuta y autora del Programa Evolución Consciente: "La energía de amar" y "El trauma nuclear de la conciencia"

domingo, 1 de diciembre de 2013

La vida es un espejo que refleja nuestro corazón

«La vida es un espejo que refleja nuestro corazón.» Es decir que «ocurren acontecimientos que sintonizan exactamente con nuestro interior». O también se puede decir que «la causa que se halla en nuestro interior se hace realidad como efecto».

Al igual que cuando nos miramos en un espejo podemos conocer nuestra propia imagen, si miramos lo que nos pasa en la vida podremos conocer qué tenemos dentro del corazón.
Por cierto, ¿qué hace usted cuando no le gusta su imagen reflejada en el espejo?
Por ejemplo, si se mira en el espejo y ve que está despeinado/a, ¿qué hace?
Por mucho que extienda la mano para arreglar los cabellos de su imagen en el espejo, ¿verdad que no lo conseguirá? Probablemente lo que hará será extender la mano hacia su cabeza y los arreglará.

De forma parecida, para resolver de raíz los problemas de la vida hace falta eliminar la causa que se halla en el propio corazón. Si no cambiamos nuestro interior, y únicamente esperamos que cambien los otros y las situaciones, no conseguiremos lo que deseamos. 

"La ley del espejo"  Yoshinory Noguchi. Ed. Comanegra 


Al final del libro vienen unas pautas a seguir para quienes quieran intentar "verse por dentro". 
Parte de los ingresos recaudados con este libro van a la ONG "Save the children".